Una Misa por tus hijos
La Misa es el regalo más poderoso que puedes ofrecer por el alma y el futuro de tus hijos.
Ofrecer una Misa por tus hijos es un acto de amor y fe.
Cuando ofrecemos una Misa por nuestros hijos, nietos o sobrinos, los ponemos directamente en el Corazón de Jesús, a través del sacrificio redentor del altar. Ofrecer una Misa por ellos es un acto de amor y fe. No hay oración más eficaz ni protección más grande.
Es una forma de:
Agradecer a Dios por su vida
Pedir por su salud, vocación, fe o decisiones
Acompañarlos espiritualmente en momentos difíciles
Encomendarlos cuando están lejos o han tomado caminos inciertos
Un regalo para ellos y para la toda la Iglesia.
Cada vez que solicitas una Misa en ACN, estás apoyando a un sacerdote en su labor pastoral y social. En lugares de sufrimiento, guerra o necesidad, los sacerdotes dependen de la ayuda de personas como tú, que a través de las solicitudes de Misa encargadas a ACN, reciben el sustento que necesitan para vivir y servir a los demás.
Con una Misa por tus hijos también regalas a otros padres la oportunidad de educar a sus hijos en la fe y acercarlos a los sacramentos.
CADA MISA POR TUS HIJOS ES...
Presencia real de Jesús:
Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
Renovación del sacrificio de la Cruz:
Ofrecido para nuestra salvación.
Fuente de gracia y consuelo:
Para quienes la ofrecen y por quienes se ofrece
Hoy puedes hacer lo más grande por tus hijos:
ponerlos en el altar.
Cada vez que solicitas una Misa en Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), ya sea por tus hijos, trabajo, cumpleaños, por un enfermo, por novios o una corona de caridad, estás ayudando a un sacerdote en su misión.
Con la donación que recibimos por tus intenciones de Misa podemos responder a las peticiones de ayuda que nos llegan de sacerdotes que viven en países de guerra, mucha necesidad, en lugares aislados o donde hay sufrimiento. Gracias a la ayuda de personas como tú, en ACN apoyamos la misión de 1 de cada 10 sacerdotes en el mundo.
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El pasado año, se celebraron 1.872.240 Misas en los lugares más adversos, solicitadas a ACN, por las intenciones de personas generosas como tú. 40.730 presbíteros o, lo que es lo mismo, 1 de cada 10 sacerdotes del mundo, fueron ayudados gracias a las intenciones de Misa de los benefactores de Ayuda a la Iglesia que Sufre. Este año siguen necesitando tu ayuda, ellos y los muchos sacerdotes que aún no la reciben y que tanto la necesitan.
Con un donativo mínimo de $7.000, puedes solicitar la celebración de una Santa Misa por tu hijo y además ayudarás al sacerdote que la celebre a seguir llevando a cabo su misión. Cada gesto cuenta y es una bendición para él y para toda su comunidad.
