AYUDA A TIERRA SANTA

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Cisjordania y Jerusalén: Alimento, medicina, luz y agua para 862 familias cristianas.

Los conflictos  en Medio Oriente mantienen paralizado el turismo en Tierra Santa. Con esto, miles de familias cristianas se han quedado sin el sustento necesario para vivir. 

Gracias a la ayuda de nuestros benefactores, 602 familias han recibido bonos de alimentación; 122 la medicina que necesitan: y otras 128 familias han podido pagar sus cuentas para mantener sus servicios básicos.

Lamentablemente el conflicto aún no tiene una salida, y cada día es más difícil vivir en estas condiciones. Por eso te pedimos: ¡Ayúdalos a mantenerse en medio de esta tragedia!

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Gaza: Cristianos escondidos y necesitados.

Desde que comenzaron los ataques de Israel, la pequeña comunidad cristiana de Gaza (con una población de 1.000 fieles), se ha refugiado en la única parroquia de la Franja, la iglesia de la Sagrada Familia. Ahí solo han sobrevivido gracias a la generosidad de personas como tú. 

Pero la emergencia continúa. Por eso, comprometimos un segundo envío de emergencia para apoyar con alimentación y medicamentos. El total de esta ayuda es de $324 millones de pesos ($80.000 por persona durante 1 mes).

La situación está al límite, y cada día se hace más difícil el poder alimentarlos. Por favor, no los dejes solos. 

Ayuda a los cristianos de Tierra Santa.

Tú los puedes acompañar en sus días más difíciles, dándoles el sustento que necesitan para sobrevivir.

“Ayuda a Tierra Santa, están todos agotados, nadie puede experimentar realmente lo que están viviendo. Pero con la gracia de Dios, nuestros hijos están ahora incluso más cerca de su fe que nunca. Es una Pascua muy especial, estamos más cerca que nunca del Salvador crucificado”, nos dice la Hermana Nabila desde Gaza.

Los cristianos de Tierra Santa llevan años “remando contra la corriente”. Están cansados. Ellos saben que ésta podría ser la última generación de cristianos en la tierra de Jesús y por eso no bajan los brazos… Sin embargo, las cosas están cada día más difíciles. Si no ayudamos ahora a nuestros hermanos de Tierra Santa, su presencia podría desaparecer.

No importa cuánto puedes donar. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, se multiplica.

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